domingo, 24 de agosto de 2014

I FOUND YOU. por hombre de carbón


I FOUND YOU.
 
 
 
 

Las entrañas del cuévano,  están tatuadas por el andar meditabundo de mis pies tercos, huyendo de no sé qué demonios pa´ llegar tarde a la cita con la vida. Se me ha hecho costumbre eso de beberme los días a palabras,  especialmente los de fiesta. Es una cuestión que no me gusta discutir porque tengo siempre más ganas de estar conmigo que con otros. Y no es narcicismo. 

¿No has salido o bajado si quiera? –preguntaste casi sorprendida sarcásticamente-.

Por supuesto que sí –contesté ofendido- salí del sueño cuando desperté; salí de la mierda cuando me refugié en mi cuarto; salí de la realidad por segundos cuando soy uno con los libros; salí hasta de lo común –creo yo- cuando elegí embriagarme con jazz y a solas; salí de mi casa para buscarme; salí de un pasado para recibir el presente; salí de una película para dirigir otra; me he salido hasta del tiempo que todo se me va en palabrear. ¿De dónde más quieres que salga? Por cierto sólo bajo cuando tengo sed.

Salí a lo mío, a lo que no es de nadie y nadie puede arrebatarme. Salí a un concierto de Nicole Henry por ejemplo, nadie podía arrebatarme mi lenguaje corpóreo, arropado por el frío y sostenido por los brazos del jazz. Ni tu ausencia –aunque dolorosa- pudo quitarme el disfrutar de la voz exquisita de la afroamericana.  Salí a mi memoria, en donde ni la pluma ha podido escarbar con maestría.

En cambió tú, apuesto que ni siquiera sabes que es la tarde escuchando “i found you”, puede parecer terriblemente cursi pero campos de calateas en el cielo, se marchitan grisáceos  junto a un cigarro. Esa noche no llegaste y sin embargo te pensé durante los clímax de cada canción. El ambiente resultaba muy ecléctico, como para no recordarte viendo los orificios del saxofón, las curvaturas del contrabajo o, los golpes de la batería.

Me salí del pensamiento por unos instantes, abandoné mi asiento dando vueltas por el teatro y en segundos, me encontraba en un bar newyorkino; yo esperaba mi whisky, Nicole apenas afina su voy y tú, venías dando vuelta por la avenida seis. Espero entres por esa puerta, antes de que me refugie en el cuarto que alquilo arriba.

 
Hombre de Carbón

lunes, 11 de agosto de 2014

DÉJÀ VU




Alguna vez tuve esto, tal vez en un sueño.
Y estuve así vinculado a la misma percepción,
a las mismas correspondencias e iguales asociaciones.

O no lo tuve. Lo pareció por lo rutinario de la vida
o por lo intrincado de la mente
y su inquietante sistema fotográfico.
O por nuestro hambre desmedido de un más allá.

Fue el mismo instante frágil
que se quiebra al pensarlo en su mínimo valor. O no lo fue.
Da igual.

En verdad siempre es así:
la sensación llega y rápida se va.

Y no hay mucho de qué hablar.


 Aleqs Garrigóz

lunes, 4 de agosto de 2014

Compañía por Jacaranda


COMPAÑÍA
 
 

     Hoy hace buen día, no he salido pero estoy seguro de que es la razón de la poca clientela en este bar, mi bar. Hace ya rato que no viene mucha gente y este espacio vacío cada vez se llena más de soledad; mi única compañía es el señor que viene todos los días a las seis de la tarde y nunca falla, sé muy bien que el día que no venga será también el último para mi bar y es que ya debo 4 mensualidades. Quiero pensar que es por eso, hoy y todos los días pasados ha hecho un buen día y nadie quiere encerrarse en estas fechas. Ya son las seis y cuarto y sigo solo “tiring tiring tiring”. Buenas noches, hoy llegó un poco más tarde de lo normal. Sí, está lloviendo a cántaros. “tiring tiring tiring tiring tiring…”. Hace tiempo que no sonaba tanto esa campanita, espero que no se atrofie por la falta de uso. Esta noche no estaremos solos caballero. Ciertamente, hoy es un buen día.
 
 
 
Jacaranda